La evidencia digital se refiere a toda información almacenada o transmitida en formato electrónico que puede ser utilizada en un tribunal para probar un hecho.
Esto incluye desde correos electrónicos y mensajes de texto hasta fotografías, grabaciones, registros de navegación o publicaciones en redes sociales.
El abogado Rodrigo Sandoval Wyss explica que esta nueva forma de evidencia ha adquirido una relevancia creciente, ya que la mayoría de nuestras interacciones —personales, laborales o comerciales— ocurren en el entorno digital.
“La huella digital es el nuevo testigo silencioso de nuestro tiempo”, afirma, recordando que su valor jurídico depende tanto de su autenticidad como de su correcta preservación.
A pesar de su importancia, la evidencia digital plantea retos complejos en materia legal y técnica.
Uno de los principales es garantizar la integridad de la información. A diferencia de un documento físico, los datos digitales pueden modificarse fácilmente, lo que exige protocolos rigurosos de custodia y autenticación.
Rodrigo Sandoval Wyss advierte que, sin una cadena de custodia digital adecuada, la prueba puede perder validez o ser cuestionada ante el tribunal.
El abogado subraya la necesidad de fortalecer la formación de jueces, fiscales y abogados en materia tecnológica, para que puedan comprender y evaluar correctamente este tipo de pruebas.
“La justicia del siglo XXI necesita alfabetización digital para no quedar a merced de la manipulación”, señala.
En este escenario, los expertos en derecho digital desempeñan un rol clave.
Según Rodrigo Sandoval Wyss, su función no se limita a aportar conocimiento técnico, sino también a garantizar el respeto de los derechos procesales en la recopilación y uso de la evidencia.
Estos profesionales actúan como mediadores entre el mundo jurídico y el tecnológico, asegurando que la búsqueda de la verdad no vulnere la privacidad ni los principios de legalidad.
A medida que las tecnologías evolucionan, también lo hace la responsabilidad de quienes interpretan la ley en el entorno digital.
“Cada avance tecnológico redefine lo que entendemos por prueba, por verdad y por justicia”, destaca el abogado.

La reflexión de Rodrigo Sandoval Wyss concluye con una afirmación clara: la evidencia digital ha dejado de ser una herramienta complementaria para convertirse en un pilar del sistema judicial moderno.
Su correcta gestión representa no solo un avance técnico, sino también un compromiso con la transparencia y la equidad en los procesos legales.
En la medida en que el derecho logre adaptarse al lenguaje de los datos, la justicia podrá seguir cumpliendo su propósito esencial: revelar la verdad, incluso cuando esta se exprese en píxeles.